Calma mental

Mente en calma

¿Cuánto pagarías por tener una mente en calma? Para mí eso no tiene precio.

De mi experiencia con Mindfulness hablo siempre de la calma mental que siento. Antes estaba constantemente dándole vueltas a todo lo que había ocurrido o a lo que desearía que ocurriese. Estaba siempre centrifugando como si fuera una lavadora. Ahora tengo una mente mucho más tranquila y centrada en el presente gracias a Mindfulness.

Con la práctica de Mindfulness en el curso MBSR entrenas tu mente y empiezas a redescubrir tu cuerpo a través de sensaciones corporales. Aprendes a escucharte; a saber cómo estás y qué necesitas; a conectar con tu cuerpo y regularlo.

Empiezas a sentir las emociones, a identificarlas para poder entenderlas y gestionarlas. A darte cuenta que no eres lo que piensas. A diario nos identificamos con nuestros pensamientos, con esta mente “pegajosa” que nos creemos. Con Mindfulness pones esa gran mente a tu servicio. Tomas consciencia de las “trampas” de tu mente para hacer que trabaje para ti.

El resultado es responder ante los hechos en lugar de reaccionar. Es decir, ante cualquier estímulo en lugar de hacer lo primero que te pasa por la cabeza; tienes la posibilidad de elegir entre varias opciones. Son milésimas de segundo de consciencia que lo cambia todo, eliges libremente tu respuesta.  Tus comportamientos se convierten en más útiles y eficaces.

En toda esta toma de conciencia te acompaña siempre la respiración, es increíble su poder.  Está ahí sin tener que hacer nada, siempre nos asiste de una forma natural. Está a nuestro servicio para tener una mente calmada, no somos consciente de su gran potencial. Nos cambia nuestro estado de ánimo. En la práctica de Mindfulness la respiración es una gran aliada.

Cuando la mente está en calma ganas claridad y conectas más contigo mismo. Esto te permite evolucionar como ser humano. Te hace más consciente y libre para vivir una vida más plena y llena de bienestar.

Fátima Fernández